lunes, 12 de marzo de 2012

FIN DE SEMANA COMPLETO

VIERNES

Cuando entré en el club se me bajó la líbido. De repente ya no podía continuar mi fantasía y la realidad me golpeaba con contundencia. Entré hasta el fondo del cuarto oscuro. Almas sin alma vagaban al ritmo de mecherazos ocasionales. En estos momentos me distancio. Me pongo a analizar la situación y eso me hace sentir que no soy parte de ellos. que solo soy un espectador. No soy un zombie, soy un analista. Intento creerlo.

Al fondo descubro un hombre enorme, de unos cincuenta años y casi dos metros de alto. Rapado y con cara de mafioso por lo puedo entrever. nos juntamos y le toco la polla, se la saca. nos magreamos. me coge del cuello y me hace sentarme. Decido dejarme llevar. Huele a limpio y su manaza abarca toda mi cabeza. Me dirige pero no es arrogante. Se la chupo mientras veo coomo él mira a los demás buscando alguien más que se una. Solo soy un objeto en sus manos para conseguir un numerito más grande. Aún asi me dejo llevar y es agradable. Me excita muchísmimo el no resistirme.
Pienso que no puede haber nadie que no le guste esto. Una noche en la que te emborrachas un poco y te dejas llevar. La mayoria simplemente tiene miedo y no llega a experimentar a donde le pueden llevar tus deseos. Tampoco pasa nada del otro mundo pero se rompe la rutina. siento algo especial. siento que rompo todas las normas me dejo llevar solo por el instinto. ¿puede haber alguien que no se sienta a gusto en esta situación? entiendo el peligro: quedarse enganchado en esto. sería fácil. aunque se que no para mi. si lo repitiese perdería la gracia, así que me dejo llevar. Pido otra cerveza.

Me dejo ver junto al bear estrella. Algunos hombres se han convertido en verdaderas divas desde que comenzó el movimiento bear , muchos de ellos por autocoronación pero este lo era por derecho propio. Poseía un físico realmente privilegiado. Unos veinte centímetros más alto que la media y también unos 20 cm más ancho. Iba sin camiseta y su gruesa capa de pelo le añadía dos centímetros más a cada lado. Era el típico forzudo del circo. Con una gruesa cadena de plata al cuello, cabeza afeitada y barba cerrada. Ademas era guapo. Le miro y me pregunto como debe de sentirse uno al tener un físico tan contundente. Cómo habrá sido su infancia y su juventud siendo el fuerte de la clase. Que todo el mundo diga que no puede creerse que eres homosexual. Quizás para él no sea tan fantástico. Pienso que podría dirigirme a el y exponer ese interesante tema de conversación. Me puse todavía mas cerca para que me viera. No me hizo ni caso.

Dejo pasar una hora y vuelvo al cuarto oscuro siguiendo a un señor de cincuentaytantos con bronceado de rayos uva y expresión de director de gran empresa. Para mi sorpresa al pasar cerca de él me echa mano al paquete. Tras magrearnos un poco nos fuimos a una cabina donde me folló contra la pared. Me tomo otra cerveza y dejo pasar otra hora. Vuelvo al cuarto oscuro. Encuentro un tio muy musculado que con solo mirarle se arrodilla ante mi y me la chupa. Lo hace bien y está bueno asi que le dejo seguir. Al rato veo que muy cerca de mi esta el oso estrella y se está enrollando con un tio casi igual que yo. Joder, pienso, soy imbécil, tenía que haberlo intentado. Se me quitaron las ganas de que me la siguiera chupando el cachas, pero en lugar de irme me acerqué al osazo. Era enorme y olía a sudor limpio. empecé a sobarle y no me hizo ascos. Al poco su pareja le dio la vuelta y empezó a follarlo, como yo estaba fusto enfrente me toco sostenerle para recibir las embestidas. Estabamos todos muy calientes, me saqué la polla y le agaché la cabezota rapada. Se la tragó entera. Es increiblemente excitante cuando los labios alcanzan la base del pene. No tardé en correrme pero les acompañé hasta que ellos terminaron también. Bueno hasta que termino el otro, porque el oso no se corrió, ni siquiera se masturbó aunque estaba visiblemente excitado. Me fui a fumar un cigarro y al rato vi al oso que salía. Me acerqué pensando que podría charlar un poco con el, de donde eres, lo he pasado bien... lo tipico. Pero el gigante adivinó mis intenciones y se marcho. hablar no era lo suyo, al menos esa noche.
Me quede fumando. Un ejecutivo con traje se paseaba con una copa en la mano, un cigarro en la otra y su enorme miembro fuera del pantalón. Decidi entrar al fondo del cuarto oscuro una vez más. Un tio yacía a cuatro patas en el suelo, completamente desnudo excepto por las botas, mientras otro se había subido a su espalda a caballito y le azotaba el culo. Mucha gente pagaría por ver algo así, sin embargo nadie parecía estar interesado, no se formo ningún corro. La gente miraba y seguía su ronda como vigilantes concentrados en su trabajo tranquilos porque todo fluye con normalidad. Estuve a punto de correrme nuevametne pero en el ultimo momento decidi reservarme por si surgia algo mejor. Estaba bastante borracho y decidi que era una hora prudente para marcharse. Al salir del cuarto oscuro me crucé con un hombre joven que entraba vestido únicamente con unas deportivas y un tanga rojo de encaje. En la frente llevaba escrito “MIERDA”


SABADO
Hoy me he levantado relativamente temprano. He desayunado y me he puesto a mirar los correos. No he podido resistir la tentación del mirar el bearwww. Varias horas después seguía sentado en el ordenador consciente de que la mañana estaba perdida. Nisiquiera había sacado algún ligue de provecho. Nada. La gente habla y habla pero concretar es realmente difícil. Después de sacar al perro, comprar algo en el supermercado y comer he vuelto a sentarme ante el ordenador a echar unas tres horas más. Desesperado finalmente me he conseguido levantar y salir a dar otra vuelta con el perro. Me ha sentado bien, pero cuando he vuelto no he podido evitar echar un último vistazo. De repente había uno nuevo que me gustaba
- Hola
- Hola
- Zona
- (me contesta y estaba en un hotel a cinco minutos de mi casa)
- Estupendo, estoy cerca. Te gustaría que nos veamos?
- Claro, vente ahora si quieres.
- Está bien, voy para allá. Espérame en recepcón
- ok, hasta ahora.

Diez minutos más tardes retozábamos desnudos en una cama gigante en un hotel de lujo. De unos 40 años, bajito y fortachón. Culto y con sentido del humor. Como a mi le encantaba el juego de pezones así que hemos disfrutado como hacía tiempo. Hemos jugado un rato a ver quien follaba a quien y al final él me ha follado a mi. Tenía una polla perfecta, no muy grande. Me ha hecho correrme sólo tocándome los pezones mientras me follaba. Sin masturbarme ni tocarme. Estos son los polvos que me hacen adicto al sexo y suelen ocurrir siempre de esta forma. Puedes pasar dias chateando con los mismo y no hay forma de llegar a nada y de repente en un par de minutos consigues el polvazo de tu vida.

Ante de acostarme llamé a un contacto que había hecho por internet para confirmar que iría al dia siguiente. Era un cubano con un cuerpo atlético y sonrisa luminosa viviendo en la periferia.



DOMINGO
Cuando he despertado esta mañana no me apetecía ir. Me pregunto quién me manda irme un soleado domingo hasta la otra punta de la ciudad. El deseo es la respuesta.
Me he tragado mis ganas de llamar y contar una excusa y me he echado a la calle. Una vez dentro del metro he empezado a verlo desde otro punto de vista. En realidad me encanta esto. En lugar de ir a limpiar el coche, cruzar la ciudad para tener un contacto íntimo con un desconocido. Me pregunto cómo será su casa, su carácter, en que trabajará, que le gustará en la cama, si habrá química o no... me excita el potencial del contacto.

Al salir de la estación de metro me he topado con un grupo de adolescentes de aspecto latino con cara de enfado y un coche vomitando reggetón a un volumen atronador. A nadie parecía importarle. Me pregunto que les pasara en su vida para que necesiten estar enfadados o al menos parecerlo en un luminoso domingo como este. Un viejecito me ha indicado donde estaba la calle que buscaba. Llamo al timbre. Durante unos segundos no pasa nada. Todas las opciones potenciales son todavía posibles hasta que se abre la puerta. De repente allí está. Un hombre de unos cuarenta años (diez más de los que aparenta en las fotos) y de aproximadamente un metro sesenta de alto (unos veinte centímetros menos de lo que aparenta en las fotos) a pesar de lo cual resultaba muy atractivo. He desarrollado un instinto que me dice desde el primer segundo si va o no a funcionar. No he tenido ninguna duda de que sería un polvo excelente, a pesar de lo cual he seguido mi protocolo particular cuando visito un extraño:
- Puedo ir al aseo?

El aseo es la muestra de personalidad de las personas más fiel que existe. Uno suele mimar más sitios como el salón, el dormitorio o incluso la cocina pero el aseo suele llevarse la peor parte. Hay muchos datos en un aseo sobre su dueño. La limpieza y el orden es lo más evidente. A continuación las colonias, si son caras o baratas, si no las hay o si hay muchas, si hay cremas o no, si las toallas están nuevas o viejas, si está bien iluminado, el tamaño de los espejos... en este caso la única nota discordante eran los azulejos que de tan antiguos y estridentes resultaban modernos, por lo demás todo estaba limpísimo y ordenado. Además era tímido y simpático. Nos hemos ido a la cama tras unos breves pero apasionados y carnosos besos. Tiene un cuerpo bien formado de forma natural. Es de esos hombres que tienen una envidiable genética que les provee de un cuerpo musculoso sin necesidad de acudir a un gimansio. Los odio. Su polla hacía honor al esteriotipo cubano. Un trozo de carne con presencia propia. Estaba totalmente entregado. A mi me encantan los latinos pero yo les encanto a ellos todavía más así que cuando nos juntamos se producen explosiones como la de esta mañana. Tras el polvo hemos charlado un poco exhaustos y felices. Química perfecta como en pocas ocasiones. Mientras hablábamos he constatado unas minúsculas verrugas en su cuello y ha planeado sobre mí como pájaro de mal agüero la sombra de las enfermedades contagiosas. Por mucho condón que utilice nunca está uno completamente a salvo. Acepto el riesgo. No me queda más remedio.

He vuelto a casa absolutamente transformado. El sol parecía más brillante en la fría mañana de invierno. Los adolescentes enfadados me caían bien, me resultaban simpáticos. En el metro todo parecía más intenso y real. De repente era consciente del olor a fresa del chicle del pasajero de la izquierda. El olor a pintura del obrero a mi izquierda. El olor a cuero del bolso de la señora de pie ante mi. El enfado de la chica de enfrente mirando al suelo. El deseo del chico a su izquierda mirando de reojo a la chica enfadada que miraba el suelo...

He llegado a casa hambriento y tras comer me he conectado al chat. No podía rematar el fin de semana desperdiciando ese pedazo de energía así que quería extender un poco lo que me había pasado por la mañana. Tras quince minutos chateando lo he visto claro, no iba a salir nada así que la solución era la sauna. Hay una muy concurrida cerca de casa. Diez minutos despues estaba desnuco y con una toallita por unica vestidura. No estaba muy concurrida pero no me ha importando, solo quería correrme un par de veces más y podría dar el fin de semana por concluído y volver por fin a hacer las cosas pendientes.

Me he liado con un chico joven y sin nada de vello. al principio ha resultado excitante. Tenía un punto sumiso que me excitaba pero luego ha cambiado y la relación se ha vuelto más equilibrada, lo que me ha hecho perder la erección. Para colmo se ha puesto a hablar, como para crear morbo, pero le salía totalmente falso. Ha dejado de gustarme. Me he dado cuenta que me cuesta mucho estar con alguien “normal” Necesito un toque “exótico” para que alguien me excite. Que se extrangero, o gordo, o mayor, o un bruto, o muy joven, o muy mayor, o muy dominante o muy sumiso. En definitva cualquier cosa que lo aleje de mi. relaciones verticales.
- Perdona, le he dicho justo después de que me preguntara ¿Para quien va a ser esta polla? con tono pícaro mientras me la cogía, odio tener que decir esto pero no estoy concentrado. Vamos a tener que dejarlo.

Se ha quedado bastante cortado. Para mi ha sido un poco violento también.

Tras esto he localizado a un joven árabe grandullon y sin vello. He conseguido penetrarlo a duras penas. El primer intento parecía haberse llevado consigo mi líbido. El árabe se ha corrido pero yo no. He empezado a detestar aquello. Quería irme, pero habiendo pagado la entrada me sentía con la obligación de por lo menos correrme una vez. Nada me gustaba ni yo le gustaba a nadie. Al final me he metido en un cuarto oscuro donde me he restregado hasta calentarme. Al final me he corrido mientras le metía mi polla entre las piernas a alguien de quien no había visto nada. Solo sabía que era bajito y estaba muy suave, así que he seguido hasta correrme. he esperado a que saliera para ver quien era. Ha resultado un señor de casi 70 años.

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