Estuve en el cuarto oscuro bastante rato pero no acababa de pasar nada. No me decidía. Estuve a punto de enrollarme con uno que siempre (al menos todas las veces que yo le he visto en más de siete años) va vestido igual: pantalón y chaqueta vaquera, zapatillas y camiseta blancas. Una vez estuve con él, en un sitio de cruising. Llevaba una furgoneta roja que le daba aspecto de electricista o fontanero bien cuidado. Pero tenía una conducta un poco rara. A los 30 segundos de contactar ya se había desnudado completamente y me decía de una manera absolutamente agobiante: fóllame, venga, vamos tio, fóllame, fóllame... Y me marché. Aunque el tio me gustaba he preferido no repetir.
Finalmente elegí a un osito guapo de 28 años, informático, simpático de amplia sonrisa. Le gusta que le den caña y lo pasamos bien, especialmente porque me había tomado media viagra, no se porqué ni para qué ya que el tío me gustaba de sobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario