domingo, 5 de junio de 2011

Chat: ejecutivo joven

Luís. Yo había entrado en un chat de internet como “buscoTioRecio” Me hizo gracia porque un par de veces me preguntaron que significaba Recio. Al parecer aquí no se utiliza. Me entró un tío y me encajó por la descripción. 175 y 85 kilos. Hay una regla matemática que no suele fallar para que alguien me guste: cuando los kilos pasan en diez a los centímetros de la altura. El ideal es 185 y 95 kilos. Todo fue bastante rápido y tres frases más tardes nos veíamos por cam. Estos suelen ser los contactos que terminan bien. Cuando van directos. Nos gustamos y dijo que salía hacia mi casa. Veinte minutos después nos encontrábamos en la calle. Que alegría da cuando el tipo es justo como te imaginas. Grandote, con barba y sobretodo ese aire clásico rancio que tanto me pone. Camisa se rayas y pantalón de pinzas. Unos 35 años. Tenía una polla estupenda, no grande pero con gran presencia. Con consistencia propia. Además el tío era morbosón, jugaba al dominante, aunque se el veía a la legua que no lo era. Era un cacho de pan. Llevaba calcetines negros de ejecutivo que no se quitó para follar. Solo por eso ya el polvo valió la pena aunque al final, al ponerse el condón se le bajó bastante la erección y me tuve que correr haciéndome una paja sobre él. Estuvo bien, pero la imagen del colega desnudo follando con los calcetines hasta la rodilla fue mucho más excitante (y todavía lo es) que el propio orgasmo.

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