domingo, 5 de junio de 2011

Encuentros en la tercera edad.

Damian tiene 66 años, aunque no aparenta mas de 76 (tampoco menos). Está bastante deteriorado, no se bien porqué ya que no parece alguien que haya sufrido en la vida. Aún hoy debe medir casi 1,90 y es relativamente delgado. El pelo que le queda engominado hacia atrás. Tiene los labios carnosos la nariz angulosa, su porte y sus trajes le confieren un aire aristocrático. Se parece al rey (Juan Carlos) Podría ser un ex-diplomático, por lo que me sorprende que diga que trabaja en un laboratorio químico, aunque por otro lado tiene caballos y habla a menudo de los asuntos con los animales. sonríe habitualmente pero de repente se pone serio y me mira a los ojos y me la pone dura en el acto. Tiene una voz grave y profunda, habla con firmeza y cada vez que abre la boca es para dar una orden. Es muy excitante tenerlo cerca.

He preparado una sesión de grabación multicámara. He montado un ordenador en la habitación, he tardado más de dos horas en tenerlo todo preparado.

Me mira desde su altura, me dice mirándome a los ojos y con voz cavernosa un simple "cómo estás" y me hace hervir la sangre al contactar con la bomba de testosterona que lleva entre las piernas. A pesar de su aspecto exterior envejecido, su polla lo compensa todo e incluso le añade excitación por el contraste con tanto vigor sexual. Asegura que no hay intervención química en su erección, pero es difícil de creer. Tiene una de esas pollas que se ensanchan en el centro. Cuesta de entrar pero una vez dentro son perfectas porque tienes dentro una gran cantidad de carne pero justo el esfínter no sufre todo la hora completa que dura un polvo con él.

Damián dice que le gusto porque nunca he intentado rozar mi polla con su culo. Está obsesionado con que nadie le folle y con no chupársela a nadie. Supongo que se ha contado a sí mismo que mientras no traspase esos límintes sigue conservando su identidad en lo que a masculinidad se refiere.

El polvo ha sido muy morboso, pero al final no me he corrido. Me ha pedido correrse en mi boca y le he dicho que no, lo que no le ha sentado muy bien y de alguna manera me ha venido a decir que no tenía nada que temer, que estaba sano, que es donante de sangre y que por tanto nisiquiera entiende muy bien porqué tenemos que follar con condón. Esto me ha cambiado un poco el humor, así que se la he meneado hasta correrse, hecho lo cual ha cambiado su actitud hacia mí totalmente. Ya no quería que le tocara. Se ha vestido y se ha marchado, correcto pero distante. Ya no le llamo más.

He llamado inmediatamente a dos posibles candidatos para terminar el polvo pero nadie estaba disponible. He entrado en el chat de Manhunt y he quedado con uno que dice ser médico. Estoy esperando que venga.


El supuesto médico no ha aparecido a pesar de que su nick en internet era algo así como TIOSERIO. Ya se sabe, dime de que presumes y te diré de qué careces. Lo peor es que yo le he mandado un mensaje al número que me ha dado y la persona se ha enfadado porque decía que no sabía quien era yo y que cómo había conseguido su número.

Me acabo de hacer una paja mientras veía el vídeo con Damián que ha resultado ser muy poco morboso, pero muy poético. El video grabado en el dormitorio no se ve muy bien lo que le da cierta sordidez, sólo dos cuerpos azulados y borrosos restregándose mientras una música romántica suena pésimamente grabada haciendo de contrapunto. Es sórdido y poético al tiempo. Como un vídeo de Bill Viola.

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